
En el México posrevolucionario, el Estado, al convertirse en rector de la economía, buscó dinamizar y diversificar la estructura productiva con el objetivo de crear las bases para que ocurriera el crecimiento. Sin embargo, la inversión en la industria encontró una población con baja escolaridad, un sistema de educación técnica a nivel artesanal y un sistema profesional con oferta escasa y centrado en profesiones liberales, que en el campo de la ingeniería se dirigía a la formación de agrónomos. El acelerado desarrollo de la técnica, los descubrimientos en el campo de la ciencia, así como el auge que las nociones de articulación entre la ciencia y el Estado tuvieron en los países avanzados condujo a los primeros intentos de una política orientada a impulsar el desarrollo científico por medio del mejoramiento de las condiciones de infraestructura y de formación de recursos humanos para la investigación.
Si bien la lucha trajo consigo muchos cambios que se vieron reflejados años después, en el aspecto político, la revolución implicó un cambio inmediato: la institucionalización del sistema autoritario.
ANÁLISIS A FUTURO Las expectativas de un mayor crecimiento económico en 2019 -primer año del gobierno entrante- respecto a 2018 se diluyen poco a poco.
La Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado realizada por Banco de México, refiere que la mediana de la expectativa del crecimiento del PIB para el año entrante pasó de 2.3% a 2% entre junio y julio pasados.
Es decir, que ahora el pronóstico de expansión económica para 2019, es menor al que se espera para 2018 (2.28%), según la mediana de la expectativa en la Encuesta presentada este miércoles.
La menor previsión se relaciona más con factores internos que externos, como un menor ritmo en el consumo interno que se ha observado en los últimos meses, a causa de una mayor tasa de interés, comentó Alejandro Saldaña, analista económico de Grupo Financiero Ve por Más.
Personalmente creo que el bajo crecimiento económico, la elevada inflación y el endeudamiento son algunos de los desafíos que tendrán que ser atendidos de inmediato por el nuevo Gobierno Federal a partir del 2019 para evitar afectaciones en la estabilidad social y des balance en el mercado interno.La deuda que recibirá AMLO es mayor a la que recibió el actual Gobierno Federal la cual implica mayores requerimientos financieros además de que tiene una carga de pasivos contingentes muy importante. En lo que se refiere a la reducción del gasto gubernamental, es necesario hacer ajustes empezando por el gasto operativo para lograr una mayor vinculación entre el gasto de gobierno y los sectores productivos, enfocando más recursos a la inversión pública y debe definir qué dependencia será la responsable del crecimiento económico de manera específica.
https://www.youtube.com/watch?v=tDforgHJ28A

"Erradicar la corrupción y la impunidad será la misión principal del nuevo gobierno. Bajo ninguna circunstancia, el próximo presidente de la República, permitirá la corrupción ni la impunidad", dijo AMLO en su discurso de victoria.
"Sobre aviso, no hay engaño. Sea quien sea, será castigado. Incluyo a compañeros de lucha, a funcionarios, a los amigos y a los familiares", añadió.
El presidente electo asume el gobierno el 1 de diciembre. Las declaraciones hechas por el candidato fueron esperanzadoras para todos sus seguidores y contradictorias para sus rivales.
Ve por Más fue una de las instituciones financieras que redujo su expectativa del PIB para el año siguiente, a inicios de julio preveía un repunte de 2.2%, pero el 20 de julio su previsión se redujo a 2.0%, refiere la última encuesta de expectativas, que elabora Citibanamex.
Instituciones como Banorte, Barclays, Citibanamex, Finamex y Vector traen expectativas por debajo de 2.0% para cierre del siguiente año.
Además de un menor dinamismo en el consumo y un lento ritmo en el gasto público, especialistas consideraron que se enfrentarán efectos por decisiones de la actual administración, especialmente por recortes al gasto público para el desarrollo de infraestructura y obra pública.
Por parte del sector externo, también hay otros riesgos, principalmente la incertidumbre por la política sobre el comercio exterior, en específico la re-negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), consideró el 19% de los 34 especialistas que participan en la encuesta del banco central mexicano.
No obstante, la mayor preocupación de los encuestados (el 45%) son los temas de gobernanza relacionados con problemas de inseguridad, incertidumbre de la política interna, la corrupción, impunidad y falta de estado de derecho, detalló la encuesta publicada ayer por Banxico.
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